Situación
En un miércoles soleado de diciembre, entre la mañana casi perdida y una tarde calurosa, se ven reflejos coloreados en ese cielo completamente despejado.
Palermo Soho no se encuentra en Italia ni en New York. Palermo Soho es un barrio bien porteño, aunque la condición de serlo, sea algo así como un patchwork con retazos de todo el mundo. En sus estrechos pasajes conviven el arte libre y espontáneo, los stencils sin estrenar, los aerosoles en mano. Las puertas se transforman en obras informales. Las casas abandonadas se miran con las magníficas residencias ocultas por altas puertas y paredones coloridos. Cuelgan banderines como esperando un carnaval de máscaras y espumas. En los callejones palermitanos se camina a otro ritmo. Un ritmo que privilegia la mirada atenta, el detalle, la cámara presta, la multiplicidad de tomas.
Aquí se rinde un culto extremo a la creatividad, la originalidad. Palermo Soho es sibarita, le gustan los platos exóticos, los ambientes exclusivos, los bares donde el arte se mezcla con los licuados. De vuelta los “ramos generales”: se compra ropa, se escucha música, se adquiere el CD, y luego se descansa tomando un trago sin moverse del sitio.
Flashes
La belleza está en los contrastes: En la esquina de Costa Rica y Jorge Luis Borges, Gardel vestido de blanca y negra intemporalidad disfruta de un helado. Un turista oriental se pierde y se encuentra. ¿Le habrá preguntado cómo llegar?
Nuevas formas de comunicación: Una tapa del medidor eléctrico es una especie de pizarrón donde los adolescentes dejan sus mensajes de compra y venta, recitales, o un remissero o un gasista. En un carrito cafetero se ofrece una cocina Longvie, muy buena de tres hornallas. Sólo se trata de expresar. Marketing gasolero.
Naturaleza o civilización: Aún en medio del cemento una casa añora ser bosque y lo hace sin dudas ni reparos. Sólo puedo imaginar a los insectos y pequeños reptiles queriendo penetrar en la residencia. Alambre tejido, por favor.
Arte y Psicoanálisis: Dicen que donde hay un argentino, el psicoanálisis anda cerca. Sólo puedo decir que todo es un arte. En las paredes de Palermo está dicho: Si quiero evoluciono. Si quiero no fumo. Si quiero te declaro mi princesa. Todo está en querer. Que simpático. http://www.arte-psicoanalisis.blogspot.com/
Algunos fantasmas: Un colectivo inglés de dos pisos se mueve por el Soho anunciando Chelsea como destino. Viajes mentales, imaginarios, viajar como sea. ¿Qué es lo que no se ve en Buenos Aires?
Conceptualismo y confort: ¿Cuánto podría costar ese blanco sofá lleno de pintadas fluorescentes? No lo sé, pero es seguro que mi padre no lo compraría. El lujo tiene pensamiento e intelectualidad por estos lares. Creían que era sólo cuero y buena madera?
Instrucciones para andar por el Soho (palermitano)
Llevar un ritmo lento como si siempre fuera verano.
Cargar un par de pilas extra, las postales son únicas.
Recargar energías en un bar al aire libre.
No dejarse marear por tanta creatividad.
¿Cada sitio tiene su propio cielo?
Si el cielo fuera un espejo sería un cielo particular. Reflejaría ese barrio, esa ciudad, ese río, ese desierto y a nosotros mismos caminando entre nubes, los coches rojos contrastarían perfecto con el azul turquesa del verano. Los caminantes nocturnos podrían pasear por las calles esquivando estrellas. No lo sé. Ideas que me abordan caminando por Buenos Aires.
lunes, 24 de mayo de 2010
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las fotos son en buenos aires? yo vivo en un alquiler temporario en Palermo y siempre saco fotos a este tipo de lugares, saludos!
ResponderEliminarSi Mónica, son de Palermo Soho, abrazos
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