Este no será un diario muy descriptivo, no tendrá datos sobre excursiones, horarios de salida, de llegada, direcciones de hoteles ni nada de esas cosas. Creo en los viajes de todo tipo, reales, imaginarios, internos, de muchos kilómetros... y éste es precisamente un viaje hacia adentro, hacia el pasado y el futuro al mismo tiempo; pero más que nada un viaje hacia lo impensado, hacia la idea de que cualquier cosa puede ser posible si estamos preparados y dispuestos, si confiamos en la casualidad y en el destino.
Un número cada vez mayor de coincidencias
Los viajes no empiezan en el momento en que partimos con la mochila llena en un taxi hacia la Terminal. Comienzan en cualquier momento, cuando un detalle, una revelación, empieza a trabajar en nosotros y esa idea prende en nuestras ilusiones.
La Novena Revelación, un libro de tapa verde, escritor yanquee, literatura metafísica o new age o guiso de filosofía, psicología y posibilidades de evolución del ser humano. Escritura sencilla, directa, un aire a la Colección "Elige tu propia aventura", vive tu mismo la acción emocionante y de paso aprendes muchas cosas, jajajajjaaj, algo de eso.
La historia: un tipo, un yanquee que de repente encuentra a una amiga que le comenta que acaba de llegar del Perú, y que justo ahí están apareciendo manuscritos que contienen Revelaciones, son nueve en total, que hablan sobre la evolución espiritual del hombre. El tipo deja a su amiga y por una serie de coincidencias decide volar a Perú para ver de cerca esos descubrimientos.
Al leerlo deseé ser el tipo que tomaba ese avión y ahí comenzó mi viaje. Hace más de 10 años de eso.
El libro habla de las coincidencias, éstas no son sino causalidades, al hacernos conscientes de ellas, empiezan a señalarnos un camino.
En abril o mayo del 2007 comienzo a planear mi viaje a Perú.
Pasan cosas, voy a un Seminario sobre Pensamiento Cuántico (qué es eso??? Ni yo misma sé bien que es todavía, jajjajajaj) Se producen muchas revelaciones y La Novena Revelación vuelve hacia mí desde La Plata después de mucho tiempo de haberla leído.
Y es simplemente eso, empiezo a ver las casualidades, todos los días pasa algo que me habla y dice sobre Perú, libros, gente, televisión, imagénes.
Y empiezo a amasar este viaje.
Bolivia también existe
Comienzo a mirar mapas, calcular distancias, hacerme de repente en esos rincones del planeta. ¿Para llegar a Perú hay que pasar por Bolivia? Por supuesto... a menos que salga volando de Argentina y para volar todavía no soy pájaro...
Y me doy cuenta que Bolivia está ahí... empiezo a considerar Potosí, Sucre, me entero que hay un Salar y ohhh el Titicaca!!!! El lago más alto del mundo y una "Isla del Sol"!!!!! Qué emoción!!!! Sí, definitivamente también Bolivia.....
Iván
Y mirando el diario una mañana veo a Evo con la bandera boliviana por detrás y ese colorido me recuerda a Iván, compañero de la secundaria, llamado cariñosamente "el Bolita" (somos bravos los argentinos eh?? Jajaja) amigo muy querido de "los más" por mí en esa época y de quien he perdido el rastro hace por lo menos 12 años. Tengo que verlo, encontrarlo y visitarlo en Bolivia, se vuelve urgente, imperativo hacerlo.
Busco en Internet varios días, Iván Zúñiga, pruebo de varias formas, pongo médico, miro en ciudades, nada. Pienso en encontrar a su madre, no me acuerdo bien su dirección, pienso en otros compañeros, alguna forma habrá... Cuando de repente y sin buscarlo se me viene a la cabeza su segundo apellido: Iván Zúñiga Moscoso.
Y ahí está... aparece su nombre, se materializa, vuelve a ser alguien real y contundente para mí. Le escribo, me responde, ambos maravillados por el prodigio, por lo impensado. Voy a Bolivia... Qué bien Gina (así me decía) acá te espero... estoy con mi familia en Santa Cruz de la Sierra.
Y así un poco mareada, sorprendida, me dí cuenta que el viaje se estaba organizando sólo, las coincidencias me llevaban y yo debía dejarme llevar.
Saliendo de Sucre
La partida de Sucre no fue sencilla, no una más. Ahí me separaba de Marcela, mi compañera de viaje desde Tucumán, a partir de ahora seguiría sola. Una sesión de depilación que fue un fiasco, mis piernas ya no aguantaban, jajaja, Iván me dijo, acá hace mucho calor, hay piletas, traete malla. La odisea de encontrar en Sucre alguien que utilizara cera, jajajja, y cuando lo hago me entero que la encargada hacía como tres años que no la trabajaba. Entré en pánico... el colectivo salía a las 5 30 de la tarde y ya me veía perdiéndolo por una... depilación!!!!! Agarré el palillo y empecé a trabajar a 8 manos, Jimena me miraba entre divertida y avergonzaba y me dejaba hacer.
A la hora señalada tomé el micro de la Empresa Trans Copacabana por 50 bolivianos a Santa Cruz de la Sierra. Un viaje largo y pesado, la gente durmiendo en el piso, la otra gente intentando no pisarlos, algún gritito de repente, el contacto con el calor, lo tórrido de la cercanía con la selva. En los colectivos no hay baños, pero ahora parábamos en el medio de la ruta y bajábamos ante el grito del chofer: A DESAGUAR!!!! (jajaaja y.... si no queda otra...) y cada uno a improvisar su propio bañito.
Llegando a Santa Cruz
Llegamos a la mañana temprano y ví las palmas, la profusión de verdes, las casitas más coloridas de los barrios alejados, el calor y la humedad y me sorprendió nuevamente el cambio repentino de paisaje, casi brusco, que comprendí se dá en estos países de los Andes, la costa, el desierto, la sierra, la selva.... De un momento al otro, otro mundo.
De la Terminal un taxi excesivamente caro 10 bolivianos (cuando en Sucre o Potosí pedían 3 o 4) me llevó al Hostel "Jodanga" ubicado en el Barrio de los Choferes y a dos cuadras del Parque Urbano. En el camino, el chofer me explico que la ciudad está organizada a partir de anillos que se disponen alrededor de la parte central.
El Hostel era otra cosa, nada que ver con los que habia visto hasta ahora, el más caro, 50 bolivianos (mi viaje fue muuuuuy gasolero) tenía pileta, desayunador, varias salas, una cocina impecable, un desayuno con tooooodo (que no tenía???) y gente que no hablaba castellano. Esa fue mi decepción primera... sentada desayunando, los grupos conversaban, inglés, francés, holandés y yo sola como loco malo, tratando de captar alguna palabrita al vuelo, de que alguien me viera ahí, jajajajjaa.
Llamé al celular de Iván, nada, varias veces. Era domingo, el teléfono del trabajo no iba.
Bueno, me voy al centro a recorrer un poco. Llegué caminando cerca del mediodía, todos los negocios cerrados (ley de la selva... de los grados centígrados???)
Compré empanadas y gaseosa comí en un banco de la plaza. Intenté de nuevo con el celular, nada.
Me voy al hotel, a la pileta, dije... no me quiero transformar en plástico derretido.
Un alambre de púa, un amigo perdido y palabras que no entiendo
Por qué Santa Cruz se parece tanto a un laberinto??? Camino, sofocada, en una de esas veo algo así como un restaurant estilo oriental, magnífico, muy llamativo, cámara de fotos, quiero una mejor toma!! Me voy hacia atrás, un jardín pequeño en una esquina... salgo bruscamente y me clavo completito un alambre de púa en el pié, ayyyy, quedé clavada en esta esquina, yo no me lo saco... quedaré aquí para siempre.... En esas veo un hombre que cruza la calle y viene hacia mi, atrapada, inmovilizada, ohhhh. Es mi ángel salvador, se las ingenia para sacar todas las puntas, le agradezco enormemente, no sé que hubiera hecho sin él y salgo como si nada hubiera pasado.
Pero que valiente ni que nada, empiezo a marearme cada media cuadra y tengo que tirarme al piso, me siento de lo peor, quien me mandó a hacer este viaje... digo yo!!!! Calor, mi pie inutilizado, mi amigo perdido, tratando de encontrar el hotel en ese laberinto... por que la vida es tan mala conmigo??? Jajajjaja fue horrible...
Todo se encarrila
Encuentro por fín el Hostel, en la pileta a un vasco para practicar al fin el castellano, me hago amiga de un yanquee y un francés, una cerveza con la comida y la vida no es tan terrible después de todo.
Al otro día recibo mensaje de Iván, me pasa a buscar para ir a almorzar a su casa. Lluviosísimo el tiempo en Santa Cruz, cuestión que no hice ninguna excursión hacia la selva.
Iván me saluda bajo un paraguas, nos reconocemos, sonreímos después de tanto tiempo. Buscamos a su hijo Nico en la escuela, almorzamos un guiso riquísimo, hablamos de los tiempos pasados, los amigos, de arte, del viaje, de su trabajo, vemos dormir a Huguito el más chiquito, hablamos con su mujer Giovanna que ha viajado a Tarija por trabajo, y así se hace real algo increíble, algo impensado.
Es él mismo, la misma sonrisa, la mirada pícara, pero también es otro, médico, padre, se nota más serio. Ahora estoy yo en sus tierras, me siento de la misma forma en que el se sintió seguramente al llegar a mi país, a mi ciudad. Y ahora creo en la magia.
Cuando planeé venir tenía muchos programas en este lugar: pensé en el Che, la Chiquitanía, las Misiones Jesuíticas, Samaipata y otros tantos lugares que están cerca, pero me dí cuenta que hay veces que conviene dejarse llevar, la lluvia constante, los incidentes ahora pequeños, la prioridad: ver a mi amigo... paseé muy poco por la ciudad, me pareció demasiado occidental, desparramada, mucho tráfico, calles de circunvalación, un calor y humedad constantes... me hubiera gustado salir de la ciudad, ver otros lugares, meterme en la selva, pero no era el momento evidentemente. Ya habrá tiempo para volver.
El viaje a Santa Cruz fue de otro tipo, debía encontrarme, con el pasado, con el presente, con la magia y con la idea cada vez más presente de que todo es posible.
Y de Santa Cruz volando a Cusco!!!!!... porque sus piedras me llamaron.
martes, 18 de mayo de 2010
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...Dan ganas d viajar! Buenisimo Dani! novena revelacion... la verdad q nunca termine d leerla... sin terminar esa emepcè a leer la undécima sino recuerdo mal, pero tampoco la lei... pero sì creo mucho en la causa-lidad! gracias por hacerme viajar!
ResponderEliminar...Dan ganas d viajar! Buenisimo Dani! novena revelacion... la verdad q nunca termine d leerla... sin terminar esa emepcè a leer la undécima sino recuerdo mal, pero tampoco la lei... pero sì creo mucho en la causa-lidad! gracias por hacerme viajar!
ResponderEliminarTemita de mentes receptivas y centros mentales en blanco no terminar libros! Y viajar, viajar, viajar! Besos!!!
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